Bodegas Símbolo da por finalizada la campaña de vendimia con un balance “muy satisfactorio”. La presidenta de la cooperativa, María José Pérez, destaca que, a pesar de la fuerte ola de calor de agosto, la bodega ha registrado 34,7 millones de kilos de uva, apenas un 5% menos que el año pasado, mientras que la merma en el campo ha sido de entre el 15% y el 25%. La calidad de la uva, asegura, ha sido “extraordinaria”, con grados más altos y sin incidencias sanitarias.
Pérez explica que el desarrollo de la campaña comenzó con buenas previsiones gracias a las lluvias de primavera y a una brotación favorable, aunque las altas temperaturas y la falta de precipitaciones durante el verano redujeron el tamaño de los racimos. “La planta se estresó, perdió peso por falta de agua, pero la concentración de grado ha sido muy buena”, indica.
La presidenta subraya que la media de grado alcohólico ha sido de un punto y medio superior al año pasado, lo que refuerza la buena calidad del vino obtenido. En cuanto a la actividad en bodega, señala que se han molido 35,5 millones de kilos, una cifra superior a la producción propia, al incluir uva tinta procedente de la cooperativa Cristo de Santa Ana de Villafranca, con la que Bodegas Símbolo mantiene un acuerdo intercooperativo dentro del grupo DCOOP-BACO.
El menor descenso en la cosecha, comparado con la media regional, se debe en parte a la entrada en producción de nuevas parcelas tras procesos de reestructuración del viñedo y a la incorporación de nuevos socios. “Es una clara apuesta de nuestros viticultores por la bodega, y eso nos hace estar muy satisfechos”, afirma Pérez.
